Cómo garantizar la continuidad de una empresa tras un siniestro
La implantación de planes de contingencia y la suscripción de contratos de seguros son fundamentales para garantizar la continuidad de un negocio tras un incidente
Cuando hablamos de Continuidad del Negocio nos referimos a un conjunto de procedimientos y medidas que adopta una empresa para garantizar que las funciones esenciales puedan continuar durante y después de cualquier incidente, que pudiera tener un impacto negativo en la empresa, y que su operación no se vea afectada.
En un entorno cada vez más exigente, las empresas no pueden permitirse sufrir interrupciones importantes en su cadena de producción o línea de negocio. De ahí que disponer de un Sistema de la Continuidad del Negocio, basado en un estándar internacional y de prestigio como la norma ISO 22301, se esté convirtiendo en toda una exigencia para las organizaciones.
Debido a la espectacular introducción de las Tecnologías de la Información (TI) en prácticamente todas las organizaciones, existe una tendencia generalizada a identificar los peligros exclusivamente con las amenazas relacionadas con los sistemas informáticos. Pero lo cierto es que existen otras amenazas susceptibles de causar un impacto negativo que puedan comprometer la actividad normal y fluida de las empresas.
Hablamos de incendios, inundaciones, tornados, interrupción de los servicios públicos, huracanes, terremotos, tsunamis, ataques cibernéticos, contaminación ambiental, pandemias, brotes de virus biológicos, entre otros.
Como modelo de respuesta a estas amenazas debemos de apostar por la implantación de un Plan de Continuidad de Negocio. Este plan consiste en un estudio de los principales factores que pueden ocasionar una interrupción en el desarrollo del negocio, que permita valorar y cuantificar estos tiempos de paralización de la actividad, así como localizar las políticas y estrategias para que esta interrupción de la actividad sea mínima.
La estrategia de la Gestión Integral del Riesgo pasa por disponer de un Plan de Continuidad del negocio bien estructurado de tal manera que ante un siniestro y la crisis creada en el entorno seamos capaces de reducir los tiempos de respuesta y fijar la metodología y pautas de actuación para recuperar la normalidad a la mayor brevedad y al menor coste posible, tanto humano, económico, medioambiental y reputacional.
Debemos de estar preparados para afrontar cualquier amenaza, evitando la improvisación en ese momento de crisis.
Sólo usted puede hacer que su centro de trabajo sea seguro. Las obligaciones sobre la gestión de riesgos de su empresa no se pueden delegar.
La elaboración de un Plan de Contingencias ayudaría a reiniciar las actividades de producción de su empresa y, por tanto, a reducir las pérdidas consecuenciales.
Debería procederse a la elaboración de un Plan de Contingencia o Business Continuity Plan (BCP) que recogiera, entre otros aspectos:
Disponibilidad de repuestos críticos de los equipos principales (transformadores, compresores, etc.) y alternativas de alquiler, préstamo, uso conjunto, etc.
Tiempos de reemplazo de maquinaria crítica y proveedores.
Capacidad y posibilidades de ayuda por parte de la competencia, etc.
Un siniestro de daños origina dos tipos de pérdidas: materiales y consecuenciales.
Los planes de emergencia, junto con las medidas de protección instaladas, nos permiten minimizar las pérdidas de daños materiales.
Los planes de contingencia minimizan las pérdidas consecuenciales.
Más allá de la implantación de estos planes es necesario que la empresa transfiera al sector Asegurador sus pérdidas patrimoniales mediante la suscripción de pólizas de Daños, R.Civil, Ciber y Lucro Cesante, entre otras.
La idoneidad de los contratos pasa por hacer una adecuada valoración de activos, dimensionar los posibles daños que podamos causar a terceros y las pérdidas que podamos sufrir en un ciberataque así como calcular el margen bruto anual, independientemente del período de indemnización contratado (gastos generales y beneficios antes de impuestos, de haberlos), del año en curso y proyección del siguiente.
La garantía de Lucro Cesante nos permite dar cobertura a la Pérdida de Volumen de Negocio imputable al siniestro durante el periodo de Indemnización, así como el incremento del Coste de Explotación y los Gastos Extraordinarios, en los que debemos de incurrir para minimizar las Pérdidas Consecuenciales.
Artículo de Juan Ramón Vega, Gestor de Riesgos de JRV
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